domingo, 10 de febrero de 2019

Noviembre, mes de la patria con el Grupo de Acción Financiera Internacional



LAVADO DE DINERO

Noviembre, mes de la patria con el Grupo de Acción Financiera Internacional
Álvaro Tomas  |  26 nov 2018 - 00:00h

Como menciona el colega Ebrahim Asvat, 13 de noviembre de 2018, en lo que respecta al Danske Bank (el banco danés que lavó 230 billones de dólares siendo la institución financiera principal de un país miembro de la OCDE y de la Unión Europea): “La noticia duró apenas tres días”. En efecto, lo barrieron bajo la alfombra rapidito. Agrega el colega Asvat: “Ni Dinamarca entrará en ninguna lista negra ni se hará mucho ruido a este pequeño incidente”. El escándalo sigue sin ser mencionado en los medios locales con la prominencia que fue y han sido resaltados otros escándalos de lavado de dinero en Panamá o, por ejemplo, los mal llamados “Panama Papers”. Les encanta vituperar al país. Pero haremos el trabajo que no quieren hacer los periodistas europeos y los locales: indagar aún más sobre el lavado de dinero en Europa y exponerlo para que los panameños no creamos todo lo que dicen los europeos que insisten en tratarnos como criminales. Fallutos.

Leonid Bershidsky, de Bloomberg, escribe un artículo, con fecha 17 de octubre de este año, titulado “Europa no puede controlar su dinero sucio”. En dicha investigación, el periodista afirma que “En los últimos años, pero especialmente en 2018, Europa ha visto un número creciente de casos de lavado de dinero de alto perfil relacionados con bancos. Los más notables se incluyeron en un informe publicado el martes por la agencia de calificación crediticia S&P, que señala que, si bien los problemas de lavado no son exclusivos de Europa, los bancos del continente están sobrerrepresentados en tales casos”. Ya tengo el informe de S&P. Es una bofetada a los funcionarios y a los burócratas europeos de los organismos que nos critican y que juran que sus instituciones financieras son inmaculadas.

Llama la atención que diga especialmente en 2018. ¿No tienen años de estar chantajeando a Panamá con listas y ahora los bancos europeos se destacan por los escándalos de lavado? La lógica indica que solo por el tamaño de los sistemas financieros, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) debería preocuparse más por eliminar el lavado en Europa. ¿Un trillón de dólares se lavó en Estonia y acá vienen en febrero de 2019 a ver si cumplimos con sus exigencias? Caraduras.

Cito al periodista Bershidsky: “Solo este año, ING Bank, con sede en los Países Bajos, acordó pagar 900 millones de dólares para resolver una investigación holandesa por facilitar sobornos aparentes de una compañía de telecomunicaciones con raíces rusas a un funcionario del Gobierno en Uzbekistán; la francesa Societe Generale S.A. se vio obligada a pagar 585 millones de dólares después de una investigación franco-estadounidense sobre un esquema de soborno libio; Pilatus Bank en Malta tenía sus activos congelados por ejecutar un plan de reducción de sanciones de Estados Unidos con Venezuela e Irán; en Estonia, Versobank, propiedad del sigiloso magnate ucraniano Vadim Ermolaev, fue cerrado durante la noche por proporcionar servicios de lavado de dinero a varios actores postsoviéticos; en Letonia, ABLV se cerró después de que Estados Unidos tomara medidas enérgicas contra actividades sospechosas de no residentes; y, nuevamente en los Países Bajos, Rabobank pagó 369 millones de dólares por sus actividades de esconder efectivo de los carteles mexicanos de la droga”.

Obtuve, porque el que busca argumentos los encuentra, un reporte fechado 3 de mayo de este año dirigido a la junta directiva de Danske Bank A/S. El reporte lo firma Jesper Berg (no es un chiste), director general de la Autoridad de Supervisión Financiera de Dinamarca (FSA). Trataré de resumir algunas perlas de este informe que delata la incompetencia de las autoridades europeas, de los burócratas del GAFI y de la mala fe de algunos países europeos hacia nuestro país.

Veamos: “Danske Bank no ha cumplido históricamente con sus obligaciones en el área de lavado de dinero. Esta es la conclusión a que llegó el FSA en 2012”. Sigue el reporte (esta es para enmarcar): “Desde finales de 2012 a noviembre de 2013, Danske Bank no tuvo una persona responsable para vigilar las actividades de lavado de dinero, tal cual lo requiere el Danish Anti-Money Laundering Act”.

El informe, de unas 19 páginas, detalla las múltiples comunicaciones del informante (whistleblower) un ejecutivo inglés que, entre otras cosas, reportó desde diciembre de 2013 la conducta criminal de la sucursal de Estonia de Danske Bank. La incompetencia de los funcionarios de Estonia, de Dinamarca y la falta de ética de los banqueros de estos países del primer mundo es abismal. Finalmente, el amigo Bershidsky acota: “si Europa quiere llenar el vacío moral que deja Estados Unidos durante la presidencia de Trump, no puede permitir que la economía europea sirva de destino para los dineros sucios -sean de post Unión Soviética, África o Latinoamérica, como lo ha hecho por décadas”.

Tierra llamando a GAFI.

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